HABITOS DE ESTUDIOS

 El bajo rendimiento académico es un verdadero “problema que se presenta con frecuencia en algunos estudiantes, debido en gran parte, a la carencia de hábitos efectivos de estudio. Este problema puede acarrear consecuencias funestas, tales como: pérdida de materias, pérdida de semestres, frustración, e incluso, abandono de los estudios. A la vez, el anquilosamiento, el atraso, o la deserción escolar del estudiante, repercuten en su progreso personal y social” (Barahona; 1984: 82). Según Fox (1972), los hábitos deficientes, son a la vez causa y consecuencia de las desadaptaciones del estudiante; provocan fracasos repetidos, y se presentan de manera tan persistente, que dan pie para que se les considere como un problema real del quehacer educativo. En la perspectiva del estudio presentado por Barahona et al (1984), se consideran los hábitos de estudios, como “costumbres adquiridas mediante la repetición de determinadas conductas de estudio. Una costumbre, es la habilidad para ejecutar determinada actividad, adquirida a través de la práctica constante. Las conductas de estudio, son las actividades observables que el estudiante realiza, con el fin de obtener su aprendizaje. La repetición de ciertas conductas de estudio es por consiguiente, la mejor manera para aprehender a estudiar” (p. 84). La sigla CAMPO, permite asociar los hábitos de estudio y significa: 1. C= Concentración: enfocar la atención 2. A= Autocontrol: tener dominio de sí mismo 3. M= Motivación: desarrollar interés 4. P= Programación: administrar el tiempo 5. O= Organización: controlar el ambiente